El agua que fluye por los principales cursos de agua de Aveiro es el espejo de la ciudad. Fluyen el Canal dos Botirões, el Canal Central, el Canal do Côjo, el Canal das Pirâmides, el Canal de São Roque y el Canal do Paraíso. Elemento primordial de la personalidad del municipio de Aveiro, los caudales de la Ría, que se alinean en estrechos brazos, deben su formación a la economía de la explotación salinera y se imponen con singular gracia en el paisaje urbano. Lo puntúan con paisajes líquidos, que reflejan, como acuarelas coloridas y suaves, las personas, los edificios y los barcos moliceiros, estos vehículos marinos de colores brillantes que, una vez destinados a recolectar molice y sargazo, viajan por estas venas de la anatomía urbana, dando les da vida y movimiento.

Aveiro es también el escenario privilegiado de edificios ejemplares de la Belle Époque, cuyo recorrido ya está identificado.

Es en esta línea de la Ría donde se vislumbra la riqueza de edificios modernistas (principios del siglo XX), como el propio Museo Art Nouveau y la Casa de Té, claros símbolos de cómo la ciudad se mostró receptiva a la innovación y la modernidad.

Contemplar el rico patrimonio construido de Aveiro es, sobre todo, viajar a través de la historia del arte y de la arquitectura del país, destacando además del Museo Aveiro/Santa Joana, el Museo Arte Nova, el Museo de la Ciudad y el Ecomuseo Marinha da Troncalhada.